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Existen estudios que muestran que los humanos tenemos un cerebro muy activo y los niños / bebés son quienes más lo trabajan. De hecho, esos mismos estudios muestran que los bebés empiezan a entender un idioma el doble de rápido de lo que empiezan a hablarlo.

Estos mismos estudios aseguran que los niños tienen dotes extraordinarias para adquirir un segundo idioma ya que los bebés, a diferencia de los adultos, pueden distinguir los sonidos de todas las lenguas. En base a esto, si ponemos en contacto a niños con otros idiomas desde bebés les damos la oportunidad de aprovechar sus dotes extraordinarias.

Para los niños, la comunicación se centra en conseguir algo concreto y usan todos sus sentidos para realizar esa comunicación. Es decir, los niños se comunican por lo que escuchan, ven, huelen, saborean y tocan. 

De esta forma, si un niño juega con coches en inglés aprenderá de manera innata sobre colores, formas, tamaños, dirección y movimiento ("forwards"--- "hacia delante", "backwards --"hacia atrás", etc.). Esto da unas posibilidades de aprendizajes casi infinitas.

Por estos motivos en Seyer Hogar apostamos por cuidadoras bilingües para los niños desde edades tempranas.