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Las vacaciones de verano es un momento perfecto para aprovechar, de manera distendida, que nuestros hijos puedan mejorar su nivel en otro idioma.

Como ya comentábamos en un artículo anterior, existen evidencias científicas que demuestran que los niños son quienes tienen el cerebro más activo y por tanto un mejor aprendizaje para entender nuevos idiomas. Por eso, en Seyer Hogar apostamos por cuidadores y cuidadoras bilingües quienes de manera temprana introduzcan al niño con un nuevo idioma. 

Sin embargo, las vacaciones de verano son una época especialmente buena para esta inmersión lingüística de los niños porque es un periodo en el que los pequeños no tienen obligaciones escolares y pueden disfrutar de más tiempo para jugar. Es ahí, con los juegos, como los cuidadores pueden conseguir introducirles en el nuevo idioma de una manera mucho más beneficiosa.